La primera y mas difundida es la sustentada por el profesor Eugenio Matumay Chumpitaz en su relato: "Breve Historia del Distrito de San Antonio de Padua", la que sostiene, que se debe a la imploración hecha por Don Nicolás Avila Manco, ultimo cacique de esta parte, al santo franciscano, San Antonio de Padua, a fin de librarse de las amenazas de los espadachines de la Corte del Rey Carlos III de España; cuando en 1779, marcho a ese país para defender sus tierras.
La segunda versión, que viene por tradición, nos dice que a partir de la etapa colonial de nuestro país, los antiguos pobladores hallaron en la cima de un cerro una piedra en la cual aparece grabada la figura del santo, y que de esta manera deciden poner el nombre de este, la piedra esfinge de San Antonio (que se muestra en la imagen debajo) como se la conoce actualmente, todavía puede ser apreciada por quien lo desee, está ubicado en el lado norte del pueblo, antes de llegar a la entrada del distrito.
